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Un poco de nuestra historia

Somos una organización internacional de jóvenes católicos que surgió por el deseo expreso de la Santísima Virgen María, quien se lo manifestó a Santa Catalina Labouré el 18 de julio de 1830 en París, Francia. Sor Catalina Labouré comunicó este deseo a su director, el P. Juan María Aladel, CM, diciendo: «La Santísima Virgen quiere confiarle una misión, desea que inicie una asociación de la cual usted será fundador y director. Se trata de una cofradía de Hijos e Hijas de María». Meses después, la Virgen María encargó a sor Catalina la misión de acuñar la Medalla Milagrosa, que se convertiría en la insignia de la Asociación.

De 1848 a 1870, la Asociación se expandió fuera de Francia, llegando a América, Asia y África. El 19 de septiembre de 1931, el Papa Pío XI otorgó a la Asociación la facultad de establecerse en todas las parroquias con el permiso de los Obispos y estableció su Sede Central en la Capilla de las Apariciones (Rue de Bac 140, París, Francia).

La influencia de la Asociación de Hijas e Hijos de María Inmaculada, fundada por el Padre Juan María Aladel, llegó a España a mediados del siglo XIX. La estructura eclesiástica en España, con su fuerte tradición mariana, facilitó la acogida de esta nueva cofradía. Los primeros grupos empezaron a formarse en diversas ciudades bajo la supervisión de las Hijas de la Caridad y de la Congregación de la Misión.


 

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En la década de los 60 y 70, JMV España experimentó un notable crecimiento. La nueva denominación y el impulso del Concilio incentivaron a más jóvenes a unirse a la Asociación. Se reforzó el compromiso caritativo-social, organizando numerosas actividades en beneficio de los más necesitados, y se promovió una formación integral en la fe y la vida cristiana.El 2 de febrero de 1999, la Santa Sede aprobó los nuevos Estatutos Internacionales de JMV, consolidando el cambio de denominación y manteniendo la identidad esencial de la Asociación. En el mismo año, el P. Robert Maloney, CM, entonces Director General, estableció la sede del Secretariado Internacional de JMV en Madrid, España. Este hecho destacó la importancia de JMV España en el contexto internacional y facilitó una mayor coordinación y apoyo entre los distintos grupos nacionales.JMV España ha dejado una huella significativa en la vida de miles de jóvenes y comunidades a lo largo de los años. Su énfasis en la devoción mariana, el servicio a los demás y la formación integral ha sido un faro de luz y esperanza en muchas parroquias y colegios. A través de sus actividades, retiros, encuentros y acciones caritativas, JMV España ha contribuido a formar generaciones de jóvenes comprometidos con los valores cristianos y el espíritu vicenciano.

Un poco de nuestro presente

Hay centros de JMV por toda España, muchos de ellos unidos a los colegios de las Hijas de la Caridad, pero también en parroquias y proyectos vicencianos. Estos centros están organizados por Areas que tienen un coordinador. Todas estas áreas están coordinadas por el Equipo Coordinador Nacional 
 

JMV, un crecimiento en la Fe

JMV es una asociación pensada para crecer y madurar en la Fe, por ello tenemos diferentes etapas donde nuestros jóvenes tienen que ir cumpliendo unos objetivos. Al final de cada etapa cada grupo de catequesis o comunidad tiene que hacer un discernimiento, un trabajo de reflexión para ver si pasan a la siguiente etapa. Cada etapa tiene además una pañoleta, símbolo de la asociación, de un color diferente.
1º INFANTIL
Pañoleta infancil
Duración 1 año (5º Primaria) 
 
Objetivos:

Formar un grupo donde se viva la amistad, la confianza, la sinceridad y la ayuda.

Animar la expresión del sentimiento religioso.

Afianzar la amistad en el grupo y facilitar la apertura de unos a otros.

Descubrir al Dios-Amor y cercano a las personas, creando lazos de amistad.

2º INFANTIL
Duración 1 año (6º Primaria) 
 
Objetivos:

Potenciar la creatividad y la capacidad de análisis y de síntesis.

Ayudar a jerarquizar valores y contenidos, ofreciendo elementos para la elaboración de una primera síntesis de fe.

Potenciar las actividades grupales, facilitando experiencias de colaboración, compromiso y solidaridad.

Preparar y capacitar para la celebración de los Sacramentos: Reconciliación y Eucaristía.

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1º JUVENILES
Duración 1 año (1º ESO) 
 
Objetivos:
Despertar en los jóvenes el amor a Dios y a los hombres, el interés y la motivación en la fe.
Descubrir personalmente y en grupo los valores básicos del Evangelio: el Amor de Dios, la llamada de Jesús a seguirle y a ser personas a su estilo y la participación en la Iglesia a través del grupo de JMV.

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2º JUVENILES
Duración 1 año (2º ESO) 
 
Objetivos:
Impulsar el crecimiento personal, creando actitudes positivas en relación con sí mismos.
Descubrir la vida como regalo de Dios, tomando a María como modelo y viviendo la fe en comunidad.
Comprometerse en la transformación de la realidad más próxima desde la experiencia de Jesús.
Crecer en el sentido de pertenencia a JMV.
3º JUVENILES
Duración 1 año (3º ESO) 
 
Objetivos:
Conocer que ser cristianos hoy en día nos exige un modo de vivir al estilo de Jesús.
Conocer el estilo de vida de San Vicente de Paúl como el mejor modo de responder a Dios y a los pobres en la sociedad de hoy.
Imitar a María en la aceptación de la voluntad de Dios y el seguimiento a Jesús.
Vivir la pertenencia a JMV, marcando estilo dentro de la Iglesia.
Preparar y capacitar para la celebración de los Sacramentos: Confirmación.
1º CONVOCATORIA
Duración 2 años (4º ESO y 1º BACH) 

Objetivos:
Acompañar al joven en el despertar de su fe personal.
Tomar conciencia de la importancia de ser persona al estilo de Jesús.
Crecer en la sensibilidad de los más pobres al estilo de San Vicente de Paúl.
Profundizar en el autoconocimiento y aceptación personal.
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2º CONVOCATORIA
Duración 2 años (1º BACH y 2º BACH) 

Objetivos:Llegar, desde la libertad, a poder afirmar al final de la etapa: “Yo quiero ser cristiano”, comprometiéndose con el proyecto de Jesús, incorporándose a las siguientes etapas de JMV en comunión con la Iglesia Diocesana.
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1º ETAPA
Duración 2 años 18 a 20 años aprox

Objetivos: 
Descubrir un proyecto de vida desde el seguimiento de Cristo con el catecumenado de JMV.
Profundizar en la Palabra de Dios.
Ser creyente desde un estilo mariano y vicenciana insertado en la comunidad cristiana.
2º ETAPA
Duración 3 años 20 a 23 años aprox

Objetivos: Adherirse a Cristo, conociendo su vida y su mensaje, analizando los signos de los tiempos, insertado en la Iglesia, celebrando la presencia de Dios en los Sacramento, sirviendo al pobre con alegría, al estilo de María.
3º ETAPA
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Duración 3 años 23 a 26 años aprox

Objetivos: 
Profundizar en el conocimiento de la Iglesia de Jesús y en la experiencia de la dimensión comunitaria de la fe, valorando la diversidad de carismas y ministerios en la comunidad.
Profundizar en la dimensión celebrativa de la fe, conocer la teología de los Sacramentos y su dimensión pastoral y litúrgica.
Conocer y vivir el compromiso social del cristiano y la opción por los pobres desde el Carisma Vicenciano.
Vivir la dimensión mariana de la fe, preparando la vivencia consciente y comprometida de la Consagración Mariana.
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COMPROMISO-MISIÓN / DESEMBOCADURA
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Duración 3 años 27 a 30 años. A los 30 años se acaba el camino en JMV

Objetivos: 
Encontrarse personal y comunitariamente con Jesucristo.
Tomar a María como modelo de creyente.
Celebrar comunitariamente la fe y participar activamente en la comunidad cristiana.
Comprometerse con la acción misionera de la Iglesia.
Hacer una opción preferencial por los pobres.

San Vicente de Paúl, un ejemplo a seguir. 

San Vicente de Paúl fue un sacerdote francés nacido el 24 de abril de 1581 en Pouy, una pequeña aldea en el suroeste de Francia. Provenía de una familia campesina humilde, y desde joven demostró una gran inteligencia y devoción religiosa, lo que le permitió ingresar al seminario.

Ordenado sacerdote en 1600, Vicente de Paúl inicialmente buscó mejorar su situación económica, trabajando en diversas parroquias y como tutor para familias adineradas. Sin embargo, una serie de experiencias transformadoras cambiaron su perspectiva. En particular, su encuentro con un hombre moribundo que confesó después de años sin recibir sacramentos le hizo comprender la profunda necesidad espiritual y material de los pobres.

A partir de ese momento, San Vicente dedicó su vida a la caridad y al servicio de los necesitados. Fundó la Congregación de la Misión, también conocida como los "Lazaristas" o "Vicentinos", cuyo objetivo era la evangelización de los campesinos y la formación del clero. En 1633, junto con Santa Luisa de Marillac, fundó las Hijas de la Caridad, una congregación de mujeres dedicada a cuidar a los enfermos y pobres, con un enfoque particular en los hospitales y orfanatos.

San Vicente de Paúl también fue un innovador en el ámbito de la organización caritativa. Estableció numerosas obras de caridad, incluyendo hospicios, refugios para huérfanos y hogares para ancianos. Fue un defensor incansable de los derechos de los pobres y trabajó para reformar el clero, abogando por una vida pastoral más devota y comprometida con la comunidad.

Falleció el 27 de septiembre de 1660 en París, pero su legado perdura a través de las numerosas instituciones y organizaciones que llevan su nombre y continúan su misión de servir a los más necesitados. San Vicente de Paúl fue canonizado en 1737 por el Papa Clemente XII, y es conocido como el "Patrono de todas las obras de caridad".

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